Un máximo de 948 viviendas, de las que 853 se destinarán a alquiler asequible. Esta es una de las principales novedades que aparecen en el documento que el Ministerio de Vivienda ha remitido el Ayuntamiento sobre el proyecto de urbanización del antiguo Regimiento de Artillería de Daoíz y Velarde. Ya sólo falta el visto bueno de la sesión plenaria.

El diseño de la urbanización, que garantiza la protección del edificio principal y las zonas verdes, incorpora las observaciones recibidas por la Gerencia de Urbanismo con el fin de adaptarlo a las necesidades de la ciudad. Cuenta con un presupuesto de 16,8 millones y un plazo de ejecución de 21 meses. Esta promoción del ministerio se realizará para paliar los desajustes del mercado del alquiler, en los que la dificultad para el acceso a la vivienda de los sevillanos en este régimen es creciente por la escasez de oferta y, en consecuencia, por el incremento de precios.

El proyecto contempla la integración urbana de la parcela de las antiguas instalaciones militares conocidas como Raca 14 con la conservación del antiguo cuartel y el patio de armas por su valor histórico. Los suelos irán destinados para viviendas y usos terciarios. En el terreno se alza, casi en ruina, el edificio del Regimiento de Artillería de Daóiz y Velarde, edificado en 1928 junto a la actual avenida de Jerez.

El edificio principal ha sufrido expolios en los últimos años.

El objetivo que promueve la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) es integrar esos terrenos en la trama urbana de Sevilla. La idea es que el antiguo cuartel militar sea una zona residencial, un nuevo barrio de una ciudad que crece por el Sur con otras promociones inmobiliarias que se desarrollan en Palmas Altas y Entrenúcleos. El documento ordena las 14 hectáreas de suelo concentrando las actividades terciarias en la periferia. Dispone de un anillo de zonas verdes y equipamientos públicos para defender la zona del impacto de las infraestructuras viarias ya existentes, y aúna en el interior los usos residenciales.

De la misma forma, el proyecto de urbanización de Regimiento de Artillería apuesta por una movilidad mixta que integren viales para vehículos, viales de coexistencia, itinerarios peatonales y un carril bici que recorre todo el perímetro, pasando junto a las zonas verdes. Estas, que contarán con una amplia variedad de especies de baja demanda hídrica, han sido diseñadas para dar servicio a los vecinos y como transición con las grandes vías que rodean la actuación. Asimismo, para generar sombra natural, el arbolado está presente en todas las calles y la plaza central, que también contará con pérgolas cubiertas de plantas que colaborarán a refrescar el ambiente en verano. El nuevo barrio también dispondrá de parques infantiles, tanto en la plaza central como en zonas verdes, incorporando en su diseño también un área deportiva, con pistas de baloncesto y petanca.

El antiguo edificio principal de los cuarteles de Daoíz y Velarde se recuperará ahora para uso de servicios terciarios, adaptado a las necesidades de la futura zona residencial, con el objetivo de convertirlo en un referente en el diseño del nuevo barrio. Realizado por José Perez Reina en 1928, se trata de un ejemplo de la arquitectura eclecticista sevillana, en la línea de Aníbal González.

El nuevo barrio dispondrá de parques infantiles en la plaza central y zonas verdes

El Ayuntamiento condicionó la aprobación provisional de este plan especial a la introducción de una serie de correcciones exigidas por la oficina del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y los servicios de Patrimonio Municipal del Suelo, de Gestión Urbanística y de Planeamientos de la Gerencia de Urbanismo. Entre estos aspectos reclamados, figuraba la conexión del viario principal con la avenida de Jerez; la ejecución y financiación de esta conexión mediante una rotonda partida; y el soterramiento de las líneas de alta tensión que cruzan los suelos.

Hace doce años que se derrumbaron los inmuebles del antiguo cuartel, salvo el edificio principal y el patio de armas. La demolición fue adjudicada a la misma empresa que ejecutó el derribo de la antigua fábrica de Cruzcampo por un presupuesto de 1,9 millones. Fomento aseguró que algunas dependencias tenían cubiertas con amianto. El cierre del cuartel fue ordenado el 31 de diciembre de 1995, produciéndose un vaciado progresivo. Desde entonces ha estado abandonado, lo que ha provocado que se registren numerosos saqueos y que esté al borde del derrumbe.

Al margen de esta parcela, Sepes también está manteniendo conversaciones con el Consistorio para que este reciba y gestione otras parcelas destinadas a vivienda protegida.